Las personas con discapacidad corren un riesgo especial

Las personas con discapacidad se ven afectadas por la violencia con una frecuencia superior a la media.
El problema es bien conocido.
Sin embargo, el gobierno federal se está tomando su tiempo para aplicar medidas eficaces.

Un cuidador olvida a un anciano en el lavabo durante 50 minutos.
Un residente de una residencia de ancianos se cae por una ventana abierta; debido a su discapacidad, no pudo reconocer el peligro.
Un cuidador ofrece a los residentes de una residencia de ancianos «experiencias de ducha especiales».
Tres ejemplos que lo demuestran: Las personas con discapacidad que viven en una institución especializada tienen un riesgo especialmente alto de ser víctimas de la violencia.

Esta es también la conclusión de un informe del Consejo Federal de 2023.
Sin embargo, el riesgo no sólo es alto en las instituciones.
Las personas que necesitan ayuda para desenvolverse en la vida cotidiana o que tienen limitaciones de juicio están expuestas al mismo riesgo en todas partes, incluso en casa.
Los niños, las mujeres y las personas mayores con discapacidad corren un riesgo especialmente elevado.
Sin embargo, estos factores de riesgo no sólo afectan a la probabilidad de sufrir violencia.
También influyen en la capacidad de reconocerla, defenderse de ella, buscar ayuda y aceptarla.


Exigencia de responsabilidades
Con el informe, el Consejo Federal respondió a las exigencias del Consejo Nacional y del Consejo de los Estados de investigar el alcance de la violencia contra las personas con discapacidad.
Al mismo tiempo, se exigió la rendición de cuentas sobre si el Convenio de Estambul sobre la Protección contra la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Doméstica se aplica sin discriminación y si se garantiza el acceso sin barreras a los centros de ayuda a las víctimas.
Suiza se comprometió a ello firmando la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en 2014 y ratificando el Convenio de Estambul en 2017.

¿Qué significa discapacidad?
No existe una definición normalizada de discapacidad.
Sin embargo, se utiliza ampliamente un enfoque social, como el empleado en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Según éste, la discapacidad se entiende como el resultado de una interacción entre deficiencias (físicas, mentales, cognitivas o sensoriales) y las barreras del entorno.
Como resultado, las personas se ven impedidas de participar plenamente y en igualdad de condiciones en la sociedad.


No hay datos fiables
El informe revela una gran necesidad de acción.
No existen datos fiables sobre el alcance de la violencia contra las personas con discapacidad en Suiza.
Hasta la fecha, por ejemplo, no existe ningún estudio que registre las experiencias de las víctimas en la población, aunque hace tiempo que lo reclaman los organismos especializados y las organizaciones de discapacitados.
Los estudios realizados en los países vecinos demuestran que el problema debe tomarse en serio.
Según estos estudios, las mujeres y los hombres con discapacidad se ven afectados por la violencia física, psicológica y sexual en una proporción superior a la media.


Asesoramiento
y protección: insuficientesEl estudio también muestra que los servicios de asesoramiento y protección existentes para las personas con discapacidad afectadas por la violencia no son suficientemente accesibles.
Muchos de los servicios son demasiado poco conocidos o los edificios y la información no son accesibles sin barreras.
En particular, las mujeres y hombres con discapacidad que viven o trabajan en instituciones sólo tienen un acceso limitado a servicios de apoyo independientes.

También debe mejorarse el diálogo entre la protección contra la violencia y los servicios para discapacitados.
En caso de violencia, el informe critica que los refugios, centros de emergencia u otras instalaciones especiales para personas con discapacidad sean inaccesibles o de difícil acceso.
Además, el personal de estos centros apenas se siente responsable de las personas con discapacidad afectadas por la violencia.


Lo que hay que hacer
El informe formula una serie de medidas y recomendaciones para proteger mejor de la violencia a las personas con discapacidad.

  • La perspectiva de la discapacidad debe integrarse en las estadísticas federales sobre violencia.
    Debe promoverse la investigación y la transferencia de conocimientos sobre la violencia contra las personas con discapacidad.
  • Las personas con discapacidad deben ser tenidas en cuenta sistemáticamente en los programas de prevención de la violencia.
  • Los cantones deben garantizar que los servicios de asesoramiento y protección a las víctimas de la violencia también sean accesibles para las personas con discapacidad.
    Deben ponerse a disposición los recursos necesarios para adaptaciones estructurales, formatos de información sin barreras y bases técnicas.
  • Los cantones deberían armonizar mejor las directrices, los conceptos de protección y otros instrumentos de protección contra la violencia en las instituciones para discapacitados.
  • Los cantones deben obligar a las instituciones a crear centros de denuncia internos.
    Los centros externos de contacto y denuncia también son necesarios en todos los cantones.
    Permiten a las personas afectadas por la violencia ponerse en contacto con un centro externo a su propia institución en caso necesario.


Se requiere una aplicación concreta
Las organizaciones de discapacitados y las asociaciones de instituciones para personas con discapacidad han apoyado la redacción del informe. Sin embargo, critican que las recomendaciones no sean suficientemente vinculantes.
Y piden al gobierno federal que elabore un plan concreto sobre cómo aplicar las medidas propuestas.